Te proponemos una tabla de ejercicios específicos para trabajar el suelo pélvico y prevenir o evitar la incontinencia urinaria.
Estos
ejercicios estimulan
la contracción voluntaria de la musculatura
del suelo pélvico,
que queremos tonificar.
1. Ejercicio de autoelongación
Posición
relajada, sentada en una colchoneta, manos apoyadas a ambos lados de
las caderas y flexión de rodillas con pies apoyados en el suelo. La
espalda y la cabeza están relajadas. Es importante, estar apoyada
sobre un cojín o almohada para percibir la contracción muscular de
una forma más notable.
Iniciamos
el ejercicio siguiendo un patrón respiratorio abdominal (consiste en
tomar aire por la nariz haciendo que el abdomen se expanda y soltando
lentamente el aire por la boca, sin soplar). Una vez que hemos
soltado todo el aire, autoelongamos el tronco en dirección al techo
(intentando crecer). La mirada se mantiene en el frente. Manteniendo
esa posición (abdomen escondido), contraemos la región anterior del
suelo pélvico durante 5 segundos y relajamos (contracciones
voluntarias del orificio uretral como si quisiéramos retener la
orina, como en el ejercicio específico lento de Kegel).
2. Ejercicio de autoelongación con fitball
Partimos de una posición relajada,
sobre el fitball. Iniciamos el ejercicio con el mismo patrón
respiratorio anterior. Una vez que hemos soltado todo el aire, nos
inclinamos ligeramente hacia delante, autoelongamos el tronco
(intentando crecer en diagonal). Durante la autoelongación la
espalda se mantiene recta todo el tiempo. Manteniendo esa posición,
contraemos la región anterior del suelo pélvico de forma continuada
y rápida, durante dos minutos o hasta que el músculo se canse, lo
que antes suceda (como en ejercicio rápido de Kegel).
Otra técnica que empleamos para
tonificar el suelo pélvico, es la Gimnasia Abdominal Hipopresiva, en
la que no se realizan contracciones activas o voluntarias del suelo
pélvico, sino que éste se tonifica involuntariamente, cuando
estamos solicitando el trabajo de otros músculos (que pueden estar
muy alejados del suelo pélvico). Esta es una disciplina muy efectiva
y sofisticada, aunque compleja, por lo que requiere una supervisión
exhaustiva de un especialista, para la correcta ejecución de estos
ejercicios.
3. Ejercicio a partir del músculo serrato (localizado en el omóplato):
Partimos de una posición relajada, de pie con rodillas ligeramente separadas. El objetivo es trabajar el suelo pélvico, en hipopresión, que se consigue realizando una especie de succión de las vísceras hacia arriba, por lo que el ejercicio se realiza en apnea respiratoria. En esta posición, en la que los brazos se autoelongan en diagonal hacia abajo, trabajamos diversa musculatura localizada en la espalda (serratos y multifidos) que indirectamente y sin necesidad de la participación activa del suelo pélvico, lo tonifican.
Partiendo de una posición similar,
los brazos suben ahora por encima de la cabeza, y se autoelongan en
dirección diagonal hacia arriba. Se trataba igualmente en apnea
respiratoria, con el mismo método de succión de las vísceras, por
lo que el abdomen se muestra deprimido.
4. Secuencia dinámica tumbados boca abajo:
Este es
uno de los ejercicios más complejos de esta técnica. Partiendo de
una posición boca abajo, el ejercicio consiste en lograr la posición
del mahometano (foto derecha) ayudándonos de la musculatura de los
serratos (músculos entorno a las escápulas), sin utilizar los
músculos pectorales como prioritarios. Como ya hemos visto, en esta
técnica, los serratos activan la tonificación del suelo pélvico
sin que nosotros lo solicitemos.
El éxito
de los tratamientos los programas de la Unidad de Suelo Pélvico de
iQtra-USP Hospital San José, está en la combinación de todos los
ejercicios mostrados anteriormente, realizando tanto de forma activa
como de modo indirecto un trabajo de tonificación del suelo pélvico.
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