¡ Deportista al Taller !
Descubre la Osteopatía ¿Te Suena a Chino esto de la
Osteopatía? Pues estás desperdiciando una buena oportunidad para
mejorar tus molestias habituales después de entrenar. Descubre todas
las ventajas que la osteopatía puede ofrecer al deportista.
La Osteopatía busca devolver e movimiento óptimo a
cualquier estructura de tu cuerpo, que se resiente mucho con ciertas
rutinas de entrenamiento. Para ello, los expertos osteópatas son
necesariamente profesionales de la salud con formación específica
sobre anatomía y fisiología, así como con las destrezas adecuadas
para manipular tu cuerpo a nivel estructural, visceral o craneal.
Además, un buen osteópata no se centrará solo en tu cuerpo sino
que intentará conocer tu forma de vida, de pensar, de sentir o de
relacionarse para trabajar con mayor eficacia sobre tu corrección
articular, ya que a veces nuestras manías posturales tienen una
historia detrás que se debe conocer y comprender para erradicarla y
mejorar así la movilidad.
El complicado trance de estar de pie y... ¡en
movimiento!
Algo que nos parece tan normal y habitual como
levantarnos y andar tiene detrás una prodigiosa relación
biomecánica, es decir, una compleja combinación estructural y
fisiológica que consigue que el equilibrio y el movimiento sean cosa
de coser y cantar. Entre los objetivos de nuestra postura se
encuentran:
- Mantener a toda costa el equilibrio con el mínimo esfuerzo posible.
- De una forma económica, evitando a toda costa el dolor.
- Apostando por la comodidad, aunque para ello el hombre tenga que “hacer trampas”, curvarse y disminuir la movilidad en sus intentos de adaptarse para no sufrir.
Todo esto se complica ya que para conseguir estos
objetivos el cuerpo debe adaptarse a la fuerza de la gravedad, estado
que implica estar literalmente “pegado” al suelo y también a la
fuerza de Coriolis. Ambas fuerzas generan una desviación motivada
por la rotación de la Tierra que se ejerce sobre los cuerpos en
movimiento en su superficie.
De esta forma, nuestro cuerpo, para estar cómodo y ser
eficaz, se adapta a desarrollar determinadas posturas y movimientos
que pueden limitar la movilidad articular de otras partes del cuerpo
y a la larga traer consecuencias negativas para nuestra salud. Es
aquí donde comienza el trabajo del osteópata, evaluando estas
limitaciones articulares y potenciando de nuevo su movilidad.
Un movimiento eficaz no siempre es el más sano
Mientras el cuerpo no éste en una fase de
descompensación, su sistema estructural estará estabilizado, de tal
forma que el osteópata constatará que su pelvis está en posición
posterior e inferior del lado izquierdo, con una pierna izquierda más
corta, una escoliosis compensatoria para mantener la mirada al
horizontal provocando una mayor tonicidad en la nalga izquierda. En
el caso de un deportista, las adaptaciones posturales son más
rápidas ya que las posturas y movimiento en el deporte conllevan una
exigencia mayor que hará que estas sean más veloces, frecuentes y
evidentes. Un ejemplo fácil de entender es el caso de la hipertrofia
muscular.
Sin embargo, estar tan bien adaptado a las exigencias
posturales de tus entrenamientos también tiene una contrapartida y
es que pueden generar restricciones en tus movimientos que tendrán
consecuencias sobre el resto de nuestro organismo.
Para que lo entendamos mejor, técnicas y movimientos
recurrentes en nuestra práctica deportiva pueden generar dolores y
molestias que aparecen como fruto de este déficit de movilidad. Así,
por ejemplo, el saque de vóley, suele producir restricción de
movimiento de omóplato con posibles apariciones de dolores del
cuello, del hombro o de la cadera del lado opuesto. Para evitar esto,
el osteópata hace una valoración y busca cualquier desequilibrio
que pueda ser la causa da la aparición de un síntoma patológico
para eliminarlo y devolver al cuerpo su armonía.
Dime tu deporte y te diré que sufres
Tenis:
Epicondilitis
(cono de tenista).
Balonmano,vóley,
baloncesto o tenis: Tendinitis
del hombro.
Ciclismo:
Brazo
que se duerme mientras montas en bici.
Sprint
y deportes con arranques rápidos: Dolor
persistente en el tendón de Aquiles.
Pesas
y deportes de contacto: Sobrecarga
en la zona lumbar.
En todos estos casos, el terapeuta suele dar unos auto
estiramientos muy específicos al deportista para que los realice en
casa, antes y después de los entrenamientos y también pautas de
refuerzo muscular para prevenir la recaída. Cuando hay coordinación
con el cuerpo técnico se pueden estructurar unas pautas correctivas
del gesto e incluir los ejercicios de rehabilitación dentro del
entrenamiento.
¡ No dejes la osteopatía como último recurso!
Mejorar tu movilidad y evitar que ese déficit articular
progrese hacia una lesión se puede conseguir con una sesión de
osteopatía cada mes o mes y medio. Pero, la mayoría de los
deportistas llegan a estas sesiones cuando la lesión se ha
convertido en crónica y el resto de tratamientos ya no ayudan en la
mejora, no sabiendo aprovechar los beneficios preventivos de la
osteopatía.
La osteopatía, mejor bien acompañada
Aunque
el tratamiento osteopático puede permitir la recuperación de muchas
lesiones y acelerar la recuperación después de una larga
inmovilización, en ningún caso puede suplantar los tratamientos de
fisioterapia o crioterapia. Ninguna terapia es la panacea ni puede
resolverlo todo, por ello es mejor combinarlas para que cada técnica
actúe sobre sus objetivos curativos. Es importante tener en cuenta
que el osteópata no puede actuar sobre lesiones que requieren
operación o inmovilización total y tampoco en fase aguda de dolor
(trauma reciente). Por eso, es recomendable acudir con los informes
médicos y/o radiografías, ecografías o resonancias magnéticas
para que el profesional evalúe cuál es el momento adecuado para
iniciar este tratamiento.
En la consulta
En primer lugar, no debes tener miedo, ¡ el osteópata
no va a saltar sobre ti y tu dolorida zona nada más verte entrar por
su puerta! Antes de cualquier ajuste específico se procede a relajar
el cuerpo trabajando la actividad del sistema nervioso simpático
(responsable de nuestro estado de alerta). Se empieza con
estiramientos generales y movilizaciones articulares y después de
cada manipulación se comprobará cómo reacciona el cuerpo. A medida
que se estabiliza el estado general, se van acercando más a la zona
concreta de la lesión que suele ser un síntoma, el efecto, como el
dolor de cabeza, más que el problema, la causa, que sería, por
ejemplo, el bloqueo a nivel cervical. Después, se intentan liberar
todas las estructuras que están por encima y por debajo de dicha
zona. Por ejemplo, si la lesión o molestia está situada en una
rodilla, primero se descarga la zona de la cadera y muslo y a
continuación la zona del tobillo y de los gemelos. Muchas veces a
este nivel del tratamiento la molestia suele haber desaparecido. De
cualquier forma, siendo la mente humana desconfiada, es útil tratar
en este caso la rodilla para no sabotear el resultado.
Cuando aumenta su eficacia
El tratamiento osteopático es eficaz para casi todo
tipo de lesión crónica ya que resuelve el problema en su origen.
Incluso para viejas lesiones que no fueron tratadas en su momento y
que suelen provocar tendinitis en el hombro por inadecuada
solicitación de los manguitos de los rotadores, inflamación del
tendón rotuliano y otros dolores de rodilla que no mejoran. Si bien
algunas lesiones se resuelven en dos o tres sesiones, otras son
inherentes al deporte practicado, como es el caso de la hiperlordosis
lumbar de las gimnastas, o como aquellas lesiones que pueden ser la
consecuencia de una malformación congénita o hereditaria y que
requerirán correcciones frecuentes durante la vida para evitar que
empeoren.
La osteopatía también es de gran ayuda en fase final
de rehabilitación post operatoria, en especial de rodilla, cuando
aparecen dificultades para recuperar tanto la extensión como la
flexión completas y surgen bloqueos, ya que, al actuar sobre
adherencias, facilita la eliminación de toxinas y mejora la
circulación y la lubricación articular. ¡ Y hasta si estás
sobreentrenado te puede resultar útil! Al tener el tratamiento
repercusiones no solo sobre la estructura corporal, sino también
sobre el sistema nervioso, la fisiología y metabolismo del
organismo, es de gran ayuda cuando el deportista presenta síntomas
de agotamiento, sueño agitado y poco reparador con sacudidas de las
piernas durante la noche.
Publicado en: Sport Life
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